Screen capture from the “Combatting Imperialism, Defending Sovereignty: Zone of Peace in Haiti and the Americas” webinar
On Sunday, January 19th, 2025, the Haiti/Americas Team of the Black Alliance for Peace hosted its first webinar of the year, “Combatting Imperialism, Defending Sovereignty: Zone of Peace in Haiti and the Americas.” The following is an extended version of the introductory remarks.
Thank you for joining us for this critical webinar exploring the multifaceted tools of imperialism and their impact on the Americas, or rather, Our Americas or Nuestra América. This discussion will unpack how sanctions, soft power mechanisms like the National Endowment for Democracy (NED) and USAID, militarization, and global banking systems are weaponized to uphold U.S. power and undermine sovereignty across the region. Panelists will analyze the historical and contemporary roles these tools play in destabilizing governments, fostering dependency, and suppressing popular people’s movements for self-determination, highlighting resistance strategies and pathways to combat imperialism and defend sovereignty while building solidarity among peoples and nations in the Americas.
Since before the days of the 1823 Monroe Doctrine, the US has had a colonial, expansionist and imperialist relationship with the rest of the region of Nuestra América. For the Haiti/Americas Team of BAP, we recognize Haiti to be the key to the liberation of the rest of the region. So much so that its role has been recognized as such by US politicians throughout history. In “The Monroe Doctrine and its Application to Haiti”, former governor of West Virginia William A. MacCorkle wrote in 1914,
Let us consider, as briefly as possible, the governmental and social condition of the republic of Haiti, so importantly located as it is, and the probability of its becoming a menace to the fundamental principles of the Monroe Doctrine. It is important for us to see if it offends against the peace and safety of this country…It is practically part of the shore line of our republic, and is in control of the avenues of our greatest routes of commerce to the world, and lies at the mouth of the canal which has cost us untold sums of money….The question is vital to us, as to whether the condition of this island, so important to us, will ultimately lead to interference on the part of European nations or compel us, in order to preserve the peace and safety of our country, to provide, by some means, that its present condition be changed, and, instead of being a menace to the peace and safety of our republic, it may become a blessing to the world and a protection to the commerce, which will be the greatest ever witnessed since the keels of mankind's ships began to cleave the water in their quest for knowledge and riches throughout the world…Since the evacuation by the French, Haiti has been a land of seething revolution, despotism and crime against religious and governmental law. With the forms of a free government, yet it has been a despotism unrivaled in its disregard for human rights. A general of a department, with a ragged army of banditti behind him, who by blood and rapine seizes control of the government, oftentimes without the pretense of the forms of an election, has generally furnished the horrid phantasmagoria which since the French evacuation has posed in the Haitian Republic under the guise of free government.
And so we recognize Haiti today as the Palestine of the Western Hemisphere as they themselves and Palestinians alike have engaged in this comparison of material and historical conditions. Today, on the first day of the ceasefire, a historic victory for the Palestinian Resistance and its popular cradle, the Palestinian people, we must remind ourselves that this is only a step in the struggle for the total liberation of Palestine. The US, West and its Zionist colonial outpost tried to separate the brave Palestinian resistance from the steadfast Palestinian people, but these last 15 months of horror have laid bare the logic of Western “white supremacy” and their commitment to the ethno-supremacist Zionist state; and that in fact, despite this, the resistance and the people are one.
Whether in Palestine or Haiti, the US and collective West have used both as a testing ground of imperial control. Haiti and her people have been used as a place to practice methods of chaos to destabilize the country so that it can stay reliant on unsustainable entities, like foreign government/ UN missions and western funded NGOs, that are a part of the efforts to crush the self-determination of the Haitian people. But if the victory in Gaza has taught us anything, it’s that national liberation struggles and internationalism can in fact combat imperialism and defend sovereignty, and win, but only through organization.
En Español
El domingo 19 de enero de 2025, el Equipo de Haití/Américas de la Alianza Negra por la Paz organizó su primer seminario de web del año, “Combatiendo el imperialismo, defendiendo la soberanía: Zona de Paz en Haití y las Américas”. A continuación, se presenta una versión ampliada de las observaciones introductorias.
Gracias por acompañarnos en este importante seminario de web que explora las herramientas multifacéticas del imperialismo y su impacto en las Américas, o mejor dicho, Nuestra América. Este debate desentrañará cómo las sanciones, los mecanismos de poder blando como la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y la USAID, la militarización y los sistemas bancarios globales se utilizan como armas para defender el poder de Estados Unidos y socavar la soberanía en toda la región. Los panelistas analizarán el papel histórico y contemporáneo que desempeñan estas herramientas en la desestabilización de los gobiernos, el fomento de la dependencia y la supresión de los movimientos populares por la autodeterminación, destacando las estrategias de resistencia y los caminos para combatir el imperialismo y defender la soberanía, al tiempo que se construye la solidaridad entre los pueblos y las naciones de las Américas.
Desde antes de la Doctrina Monroe de 1823, Estados Unidos ha tenido una relación colonial, expansionista e imperialista con el resto de la región de Nuestra América. Para el Equipo de Haití/Américas de BAP, reconocemos que Haití es la clave para la liberación del resto de la región. Tanto es así que su papel ha sido reconocido como tal por los políticos estadounidenses a lo largo de la historia. En “La Doctrina Monroe y su aplicación a Haití”, el ex gobernador de Virginia Occidental William A. MacCorkle escribió en 1914:
Consideremos, lo más brevemente posible, la condición gubernamental y social de la República de Haití, tan importantemente ubicada como está, y la probabilidad de que se convierta en una amenaza para los principios fundamentales de la Doctrina Monroe. Es importante para nosotros ver si ofende contra la paz y seguridad de este país… Es prácticamente parte de la línea costera de nuestra república, y controla las avenidas de nuestras mayores rutas de comercio con el mundo, y se encuentra en la desembocadura del canal que nos ha costado incalculables sumas de dinero… La cuestión es vital para nosotros, en cuanto a si la condición de esta isla, tan importante para nosotros, en última instancia conducirá a la interferencia de parte de las naciones europeas o nos obligará, para preservar la paz y seguridad de nuestro país, a proporcionar, por algún medio, que su condición actual cambie, y, en lugar de ser una amenaza para la paz y seguridad de nuestra república, pueda convertirse en una bendición para el mundo y una protección para el comercio, que será el más grande jamás presenciado desde que las quillas de los barcos de la humanidad comenzaron a hender el agua en su búsqueda de conocimiento y riquezas en todo el mundo… Desde la evacuación por los franceses, Haití ha sido una tierra de revolución hirviente, despotismo y crimen contra la ley religiosa y gubernamental. Con las formas de un gobierno libre, ha sido un despotismo sin igual en su desprecio por los derechos humanos. Un general de departamento, con un ejército de bandidos tras él, que por medio de la sangre y el rapiña se apodera del control del gobierno, a menudo sin la pretensión de las formas de una elección, ha proporcionado generalmente la horrible fantasmagoría que desde la evacuación francesa se ha presentado en la República de Haití bajo la apariencia de un gobierno libre.
Y así reconocemos hoy a Haití como la Palestina del hemisferio occidental, ya que ellos mismos y los palestinos por igual han hecho esta comparación de condiciones materiales e históricas. Hoy, en el primer día del alto el fuego, una victoria histórica para la Resistencia Palestina y su cuna popular, el pueblo palestino, debemos recordarnos que esto es sólo un paso en la lucha por la liberación total de Palestina. Estados Unidos, Occidente y su avanzada colonial sionista trataron de separar la valiente resistencia palestina del tenaz pueblo palestino, pero estos últimos 15 meses de horror han dejado al descubierto la lógica de la “supremacía blanca” occidental y su compromiso con el estado sionista de supremacía étnica; y que de hecho, a pesar de esto, la resistencia y el pueblo son uno.
Tanto en Palestina como en Haití, Estados Unidos y Occidente en su conjunto han utilizado ambos países como campo de pruebas del control imperial. Haití y su pueblo han sido utilizados como lugar para practicar métodos de caos para desestabilizar el país y que éste pueda seguir dependiendo de entidades insostenibles, como gobiernos extranjeros, misiones de la ONU y ONGs financiadas por Occidente, que forman parte de los esfuerzos por aplastar la autodeterminación del pueblo haitiano. Pero si la victoria en Gaza nos ha enseñado algo, es que las luchas de liberación nacional y el internacionalismo pueden, de hecho, combatir al imperialismo y defender la soberanía, y ganar, pero sólo mediante la organización.
Clau O'Brien Moscoso is an organizer and co-coordinator of the Black Alliance for Peace Haiti/Americas Team. Originally from Barrios Altos, Lima, she grew up in Kearny, New Jersey. She attended college, lived, and organized in New York City for 15 years, and is now based in Lima, Perú, writing about Latin America and the Caribbean for the Black Agenda Report.